Mi madre
ANGELES

Nací en el 1944 y he vivido la vida típica de las mujeres de mi época: matrimonio y maternidad en el modelo desarrollista de los años 50, que estaban marcados por un profundo carácter de sacrificio y trabajo. Con mi vida ajetreada, entre el negocio propio y la crianza de mis hijos, mis instantes de descanso siempre han estado ligados a coser y tejer. Ese momento atemporal de no tener que atender a mil cosas siempre me ha aportado paz y calma.
Desde que me jubilé he tenido más tiempo para hacer las cosas que me gustan, y el descubrimiento de internet me ha abierto la puerta a conocer nuevas técnicas y materiales con los que experimentar y crear.
Para mi cada momento es único, tiene un ritmo, un estado de ánimo, y por tanto me dice qué labor hacer. El temperamento de hacer crochet, no es el mismo que el de hacer patchwork, o hacer bolsos. Cada ocasión tiene su labor, su tejido, su color. Cada presente sugiere lo que mi ánimo necesita, y así elijo una creación u otra.